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Volver de las vacaciones con la nevera vacía

Hay un momento que todos hemos vivido al menos una vez: el de volver a casa después de las vacaciones de verano. Ese instante en el que abres la puerta cargado de maletas, con el…

Hay un momento que todos hemos vivido al menos una vez: el de volver a casa después de las vacaciones. Ese instante en el que abres la puerta cargado de maletas, con el olor todavía fresco del mar o del campo, y te invade una mezcla de nostalgia y cansancio. A un lado, la maleta medio abierta con ropa que hay que lavar; al otro, la lista de cosas pendientes que la rutina ya empieza a susurrarte al oído. Y, como paso inevitable, abres la nevera. Ahí está la escena más habitual de cualquier final de agosto: un limón solitario, un brick de leche empezado que ya no recuerdas cuándo abriste, quizás algún bote de mermelada al fondo y poco más. Es la nevera fantasma, el recordatorio de que el descanso ha terminado… o tal vez no.

Porque, después de días de relax y comidas disfrutadas sin mirar el reloj, la idea de ponerte a cocinar no es precisamente lo que más apetece. El cuerpo aún está en modo vacaciones y la mente pide alargar ese placer un poquito más. Y ahí es donde Bálamo entra en escena como la solución perfecta.

Bálamo no es solo un restaurante, es un refugio gastronómico capaz de hacer que la transición entre el verano y la rutina sea mucho más suave. Cruzar sus puertas es como darse permiso para seguir disfrutando, para vivir un momento especial sin la presión de tener que organizar nada. Aquí no hay neveras vacías ni prisas: hay pescado y marisco fresco que llega a diario, carnes y entrantes para todos los gustos, y un ambiente que te hace sentir que el verano todavía no ha terminado, aunque estés a solo unos minutos de casa.

Imagina esto: en lugar de recorrer el supermercado con el carrito vacío y la mente en blanco pensando qué cocinar, te acomodas en una mesa amplia, con la luz natural filtrándose por los ventanales o en nuestra terraza, con la brisa que recuerda a las tardes de chiringuito. La carta se convierte en tu mejor aliada. Puedes empezar con unos chopitos crujientes, unas almejas a la marinera o una ensaladilla de gambas que es puro Mediterráneo. Después, un pescado a la plancha o una carne jugosa a la brasa. Todo acompañado de una copa de vino o una cerveza recién tirada que suena a brindis de reencuentro.

La vuelta de vacaciones también es ese momento ideal para ver a quienes no has visto en semanas. Cada uno trae sus historias: el que se ha escapado al norte, el que ha cruzado el charco, el que se ha quedado pero ha descubierto nuevos rincones cerca de casa. Y no hay mejor lugar para contarlas que alrededor de una buena mesa. En Bálamo sabemos que compartir no es solo una cuestión de comida, sino de experiencias. Por eso, nuestras mesas están pensadas para que haya espacio para todos, para los platos y para las anécdotas que se van sumando entre bocado y bocado.

Y si después de un viaje lo que más apetece es quedarse en casa, el plan tampoco se complica: nuestro servicio de Take Away está listo para llevarte el sabor de Bálamo donde quieras. Eliges tu plato favorito, nosotros lo preparamos y te lo llevas para disfrutarlo en tu salón, en el balcón o incluso en pijama. Así, la nevera vacía deja de ser un problema y se convierte en la excusa perfecta para regalarte un festín sin mover un dedo.

Te esperamos este final de agosto y todo septiembre para que tu vuelta sea más fácil… y mucho más rica.

¡Haz tu reserva aquí!

 

Volver de las vacaciones con la nevera vacía

Hay un momento que todos hemos vivido al menos una vez: el de volver a casa después de las vacaciones de verano. Ese instante en el que abres la puerta cargado de maletas, con el olor todavía fresco del mar o del campo, y te invade una mezcla de nostalgia y cansancio.

Hay un momento que todos hemos vivido al menos una vez: el de volver a casa después de las vacaciones. Ese instante en el que abres la puerta cargado de maletas, con el olor todavía fresco del mar o del campo, y te invade una mezcla de nostalgia y cansancio. A un lado, la maleta medio abierta con ropa que hay que lavar; al otro, la lista de cosas pendientes que la rutina ya empieza a susurrarte al oído. Y, como paso inevitable, abres la nevera. Ahí está la escena más habitual de cualquier final de agosto: un limón solitario, un brick de leche empezado que ya no recuerdas cuándo abriste, quizás algún bote de mermelada al fondo y poco más. Es la nevera fantasma, el recordatorio de que el descanso ha terminado… o tal vez no.

Porque, después de días de relax y comidas disfrutadas sin mirar el reloj, la idea de ponerte a cocinar no es precisamente lo que más apetece. El cuerpo aún está en modo vacaciones y la mente pide alargar ese placer un poquito más. Y ahí es donde Bálamo entra en escena como la solución perfecta.

Bálamo no es solo un restaurante, es un refugio gastronómico capaz de hacer que la transición entre el verano y la rutina sea mucho más suave. Cruzar sus puertas es como darse permiso para seguir disfrutando, para vivir un momento especial sin la presión de tener que organizar nada. Aquí no hay neveras vacías ni prisas: hay pescado y marisco fresco que llega a diario, carnes y entrantes para todos los gustos, y un ambiente que te hace sentir que el verano todavía no ha terminado, aunque estés a solo unos minutos de casa.

Imagina esto: en lugar de recorrer el supermercado con el carrito vacío y la mente en blanco pensando qué cocinar, te acomodas en una mesa amplia, con la luz natural filtrándose por los ventanales o en nuestra terraza, con la brisa que recuerda a las tardes de chiringuito. La carta se convierte en tu mejor aliada. Puedes empezar con unos chopitos crujientes, unas almejas a la marinera o una ensaladilla de gambas que es puro Mediterráneo. Después, un pescado a la plancha o una carne jugosa a la brasa. Todo acompañado de una copa de vino o una cerveza recién tirada que suena a brindis de reencuentro.

La vuelta de vacaciones también es ese momento ideal para ver a quienes no has visto en semanas. Cada uno trae sus historias: el que se ha escapado al norte, el que ha cruzado el charco, el que se ha quedado pero ha descubierto nuevos rincones cerca de casa. Y no hay mejor lugar para contarlas que alrededor de una buena mesa. En Bálamo sabemos que compartir no es solo una cuestión de comida, sino de experiencias. Por eso, nuestras mesas están pensadas para que haya espacio para todos, para los platos y para las anécdotas que se van sumando entre bocado y bocado.

Y si después de un viaje lo que más apetece es quedarse en casa, el plan tampoco se complica: nuestro servicio de Take Away está listo para llevarte el sabor de Bálamo donde quieras. Eliges tu plato favorito, nosotros lo preparamos y te lo llevas para disfrutarlo en tu salón, en el balcón o incluso en pijama. Así, la nevera vacía deja de ser un problema y se convierte en la excusa perfecta para regalarte un festín sin mover un dedo.

Te esperamos este final de agosto y todo septiembre para que tu vuelta sea más fácil… y mucho más rica.

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Horario:
De lunes a jueves y domingos 12:00 a 00:00.

Viernes de 12:00 a 2.00.

Sábados de 12:00 a 3.00.

Apertura cocina 13:00

Calle Cooperación 11, 28922 Alcorcón Madrid.

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